Alsa como Monopolio

La empresa Privada ALSA controla un 90% del transporte Asturiano y más de un 70% del transporte español en cuanto a servicio de Autocar nos referimos.
Horarios cortos, precios altos, no se ofrece ningún libro de reclamaciones, retrasos en los horarios...
Aun así, el pueblo utiliza este servicio a diario, porque al igual que una hormiga sale de su hormiguero jugándose la vida por un trozo de pan, la población que no tiene capital suficiente para afrontar el pago de un vehiculo privado, utiliza el autocar.
Viendo esto, ¿no suena un poco a monopolio? , solo alsa ofrece este servicio, y no deja acceder a sus rutas a otras compañías puesto que por esta empresa se transporta gran parte del correo.
Una vez mas vemos en España el ejemplo de una empresa que rompe con las leyes antimonopolio españolas y que se ríe una vez mas de un pueblo indefenso y que esta siendo engañado por el estado.
¿De que sirve una constitución si solo se cumple cuando beneficia al más fuerte?
En mi opinión, Siempre que una empresa mande sobre un pueblo y fije sus precios a su propio antojo, eso es un monopolio, solo una empresa debe de existir para cubrir y satisfacer las necesidades del pueblo, para ello ha sido creado, debe de ser su único OBJETIVO.
Cienfuegos.

Cobardía.

Un paso tras otro, el pie en el suelo, al compás de la respiración, del sonido de la ciudad, del caos creativo de la multitud, otro paso más, y otro, y otro, y pasar los minutos en la corriente del llevar, el guiar, el caer, el escuchar, sincronismo desordenado en las calles abarrotadas de sol, placer, miedo y pesadillas andantes de materialismo y superficialidad.


Chocas con un hombro sin dueño, que camina sin ver, sin mirar, oyendo sin escuchar, rubio, alto, trajeado, como los demás, te ves en el reflejo de un escaparate que invita al consumismo, al desperdicio y a la codicia, a los rangos sociales y la falsa compasión, a la crueldad.

Pelo largo, castaño, liso, ojos oscuros, raya negra, vaqueros, camiseta blanca y chaqueta gris, igual, clon, exactamente mediocre, en el fondo unos ojos verdes te miran, ves cambio en ellos, desafío, apartas la mirada de la rebeldía, del caos real, de la sensación de ser culpable por no destacar, te mira como si te reprochase algo, con odio a tu vida, a tu conformismo, ahora podrías hacer algo, deberías hacer algo, cambiar, pero no, sigues andando, dejando a tras el pánico, al mendigo de los ojos bosque, al relegado de la sociedad, al fracaso, y sigues caminando en medio de la gente, sola, como todos los demás, en sociedad, en tu escalón, dejando que te pisen, a su gusto, rindiéndote siempre, una y otra vez, un paso tras otro.

Nuestro presente

Vivimos en una sociedad y en una época complejas, o más que complejas inabarcables por nuestra mente; es imposible ver, vislumbrar como es realmente, cuales son las verdaderas causas de las cosas, por el simple hecho de que no se nos dan a saber. Sabemos del mundo y del sistema lo que quieren que sepamos.

Capitalismo; sistema en el cuál, a diferencia del antiguo régimen, cualquier persona, por la fuerza de su voluntad puede “hacerse a si mismo”, donde el duro trabajo se ve recompensado con dinero, con poder, con prestigio, donde puedes pasar de ser un don nadie a dirigir una gran multinacional. Todo eso solo con la fuerza de tu voluntad, no necesitas de nada más. Además, vivirás en un Estado, que velará y se preocupará por ti, en el que podrás elegir en democracia a tus dirigentes, los cuales siempre harán lo mejor para el pueblo. Y gozarás de libertad, más de la que te puedes imaginar.

Sin embargo, esto dista mucho de lo que es realmente el capitalismo: un sistema controlado desde una cúpula por un selecto grupo de personas, las cuales controlan las principales empresas y multinacionales del mundo. No importa que mueran miles de millones de personas; no importa montar un atentado y que mueran inocentes; no importa destruir el planeta; no importa que destrocemos la vida a las personas, que esclavicemos a países enteros, que explotemos todo lo que podamos a la “escoria” que no está en la cúpula: solo importa el beneficio, al fin y al cabo es un negocio. La democracia no existe y los estados son unas marionetas; tenemos a los presidentes que quieren que elijamos, tenemos a los partidos que ellos quieren que tengamos, y si nos revelamos tienen el poder del estado, de la policía, del ejercito para detenernos. Al estado no le importamos nada; solo somos otra escoria más de la que sacar impuestos, otro ser ignorante al que engañar para que crea en él, para que crea que de verdad se preocupa por sus ciudadanos y no por las empresas y multinacionales.

No existe la felicidad, más que aquella producida por la ignorancia desconocida o consabida; no existe la justicia, más que para aquellos que pueden comprarla; no existe la libertad, más que para los que están en la cúpula y lo controlan todo; no existe la humanidad, solo seres corruptibles y conformistas que viven en el sistema.

Bernard Marx

¿TENER O NO TENER?

Tener o no tener esa es la cuestión
Ya no hablamos de reyes absolutistas, de emperadores egoístas, ni de dictadores chaparros.
Para la mayoría de los políticos y demás personas de la secta del euro estamos en el mundo de la libertad, para el resto de mortales que por suerte para unos o desgracia para otros asedian la tierra, nuestra época es la del mundo de la libertad determinada-
Y escuchando estas palabras alguno de ustedes, queridos lectores, a los que aun les quede un resquicio de cerebro libre y mente despierta, se preguntaran
¿PORQUE? ¿Por qué no somos libres? ¿Por qué no somos felices? ¿Por qué…?
A mi entender la cosa esta clara, por mucho que los pavos reales presenten su plumaje de paz, prosperidad e igualdad, no hay ni paz ni prosperidad y mucho menos igualdad
No somos libres porque hoy en día a falta de dictadores carnales que atormenten a la población estamos sometidos a una dictadura permanente…
Tranquilícese querido lector, baje sus pulsaciones y tómese un respiro, no hablo de ningún hitler, ningún chaparrito, y Mussolini todavía sigue siendo el dame reír de Milán… hablo de la dictadura del Capital, del dinero, de la era de la posesión….
Las sectas eclesiásticas ya no tienen poder para manipular a la población,
El opio del pueblo del que, sin duda, hablaría un futurista Marx es nada mas y nada menos que los centros comerciales, son ellos los que nos controlan y nos adormecen
Son ellos los que nos quitan la libertad… siempre con ayuda de la alta burguesía que se jacta del pueblo mientras miles de parados, cientos de miles de pobres, millones de proletarios, siguen intentando afrontar un nuevo día, un nuevo mes, un nuevo año.
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